¿Slow Food?

Slow Food es una asociación internacional sin ánimo de lucro nacida en 1986 como respuesta a la invasión homogeneizadora de la “fast food” y al frenesí de la “fast life”. Hoy agrupa a más de 80.000 personas en 104 países de los cinco continentes.

Los Convivia –750 en total– son el punto de referencia del movimiento sobre el terreno, y organizan iniciativas para los asociados.

Hacia la eco-gastronomía

Slow Food es el eslabón entre ética y placer. En una palabra: eco-gastronomía. Slow Food exalta la diferencia de sabores, la producción alimentaria artesanal, la pequeña agricultura, técnicas de pesca y de ganadería sostenibles.

Slow Food restituye dignidad cultural a la comida, promueve la educación del gusto y se bate por la defensa de la biodiversidad. Salvar una raza o una especie vegetal en vías de extinción, significa preservar un ambiente, recuperar una receta, regalar un placer al paladar si este está suficientemente educado para apreciarlo.

Por la defensa de la biodiversidad Slow Food…

denuncia a través del Arca del Gusto, en la que Slow Food estiba simbólicamente variedades vegetales y razas animales en peligro de desaparición.

apoya mediante los Baluartes a proyectos concretos con el fin de salvaguardar no solo razas animales y variedades vegetales, sino también antiguas técnicas de producción, productos excelentes y los lugares donde se elaboran, hoy en particular en los países con mayores dificultades.

honra con el Premio Slow Food por la defensa de la biodiversidad, a los paladines del planeta: personas o grupos que han desarrollado una labor encomiable por la salvaguardia de la biodiversidad. Personas sencillas, campesinos, pequeños artesanos, pastores, pescadores, que es importante conocer y dar a conocer.

dispone recursos a través de la Fundación Slow Food por la biodiversidad. Se necesitan muchos recursos económicos para realizar todas las iniciativas en defensa de la biodiversidad. Para que este difícil trabajo sea eficaz y transparente, Slow Food, en colaboración con la Regione Toscana, ha creado una Fundación, activa desde finales del 2003.

Formar parte de Slow Food significa educar y educarse

Slow Food es educación alimentaria y del gusto, innovadora y original, basada en el despertar y formación de nuestros sentidos; en la degustación como experiencia formativa y de conocimiento; en el aprendizaje de las técnicas productivas de los alimentos. Con este fin, Slow Food organiza programas educativos a todos los niveles y para todos: para los niños y sus enseñantes, para los socios de todo el mundo y para quien desee participar en los eventos del movimiento.

La Universidad de Ciencias Gastronómicas, un polo universitario único en el mundo en el que reverdecerá la cultura gastronómica; donde se investigará al más alto nivel y donde convergerán para enseñar y renunirse los mejores expertos internacionales. Las dos prestigiosas sedes universitarias de Pollenzo y Colorno en Italia, acojerán a estudiantes de todo el mundo. Pero también habrá espacio para los socios y los profesionales del sector alimentario: master, conferencias, encuentros, cursos breves. Información: www.unisg.it e info@unisg.it

Para conocer a los productores y los productos alimentarios más slow del mundo…

Slow Food organiza una serie de acontecimientos que ofrecen la oportunidad de conocer y probar el fruto de una labor noble e indispensable: el Salone del Gusto de Turín, Cheese en Bra y Slow Fish en Génova, Italia; Westward Slow en Denver, EE.UU.; Aux Origines du Goût en Montpellier, Francia; el Mercado alemán del Queso en Nieheim, Alemania, y muchos otros eventos. Las manifestaciones son también un modo de explicar qué es Slow Food y cómo trabaja en el mundo.

El gusto de la lectura: las revistas

Slow: mensajera de gusto y cultura

Nacida para intercambiar experiencias y conocimientos entre países, culturas y tradiciones diversas, la revista internacional publica tres números al año, en seis diferentes idiomas: historia y geografía de la alimentación; consumos y tendencias del gusto; vinos, cervezas, quesos, productos típicos; defensa de la biodiversidad; Baluartes y recuperación de productos locales.

Las publicaciones nacionales

Son los instrumentos de más inmediata comunicación en los países en los que Slow Food cuenta y contará con Convivia, proyectos, iniciativas en pleno desarrollo. Para contarnos historias de compromiso cotidiano, de tradición y terruño, de Baluartes y de las comunidades que velan por ellos.

Si te asocias…

recibes el documento personal de Slow Food (dos si haces la suscripción familiar)

entras a formar parte de una grande y variada comunidad internacional

entras a formar parte de una comunidad más pequeña que se denomina Convivium, y organiza cenas, degustaciones, reuniones y eventos

apoyas a la Universidad de Ciencias Gastronómicas de Pollenzo y Colorno, la primera y única en el mundo dedicada a estas temáticas

participas en todos los acontecimientos Slow Food a nivel local, nacional e internacional

recibes tres números de Slow, mensajero de gusto y cultura –nuestra revista internacional– y las publicaciones nacionales allá donde existan

contribuyes a salvar la biodiversidad con una cuota de tu suscripción que pasa directamente a la Fundación Slow Food por la biodiversidad

ayudas a los Baluartes Slow Food en todo el mundo, salvando razas animales, variedades vegetales, productos tradicionales

impulsas una nueva agricultura, respetuosa con el ambiente, el hombre y el gusto

suscribes nuevos y diferentes proyectos de educación en las escuelas y en la sociedad