El ayuntamiento de Elburgo ya es conocido en nuestro convivium por diferentes actividades que se han realizado conjuntamente en los últimos años y por eso fuimos invitados el sábado a la inauguración de las huertas en el pueblo de Añua, un proyecto que reúne todos los objetivos de nuestra filosofía Slow food con la centralidad del alimento:
- El regreso a la tierra
- La lucha contra el despilfarro
- La economía local y la democracia participativa
- La educación permanente.
Este espacio del ayuntamiento es continuación de otra iniciativa Biolortu según explico la alcaldesa del ayuntamiento Nati López de Munáin. Ha sido desarrollada después de un trabajo previo realizado con “un amigo del ayuntamiento”, como se definió a nuestro socio Javi Chaves, que además de animar al ayuntamiento para implicarse en la Red Terrae hizo un estudio de las posibilidades agroecológicas dentro del programa de Dinamización de Iniciativas Agroecologicas (DILAS) buscando las tierras disponibles para jóvenes emprendedores (Banco de tierras). Reuniéndose y encuestando a los mayores para conocer mejor los recursos disponibles antes y ahora, que nos permitan acercarnos a la tierra con la dignidad y saber hacer de nuestros ancestros.
Hodei del Olmo, técnica del ayuntamiento en medio ambiente, presento el poster de este nuevo espacio sociocultural alimentario, nos dijo que no era solo un proyecto de agricultura ecológica sino de AGROECOLOGÍA (las bases de la agroecología son la venta directa, la transformación y consumo local, y el aprovechamiento diversificado de los recursos y residuos) La caseta de los aperos es un buen ejemplo pues; se transformó en una casa construida con fardos de paja, solera de neumáticos viejos de coche, y cubierta vegetal, con la ayuda de muchos colaboradores que participaron y desarrollaron su trabajo y conocimiento para el bien común y la comunidad local. El obrador para transformar los frutos y verduras está pensado como una iniciativa comarcal de Arabako Lautada.
Se puede pasear entre las huertas para ver los diferentes cultivos y cuando se desarrolle el seto cortavientos, sentarse a ver y oír la naturaleza probando sus frutos silvestres.
Actualmente hay dos jóvenes emprendedores que trabajan las dos parcelas municipales de 1000 m² (Aitor García y María Vallejo) desde el año pasado, en base a la ordenanza reguladora de la concesión y uso por cuatro años. En la exposición de motivos se indica que es voluntad del Ayuntamiento de Elburgo/Burgelu, en colaboración con la Fundación Zadorra y como socio de la RED TERRAE – Asociación de Territorios Reserva Agroecológicos, poner a disposición de los vecinos y vecinas del municipio de Elburgo/Burgelu u otros, determinadas parcelas municipales además de otras privadas que pudieran cederse por los particulares para apoyar el emprendimiento Agroecológico, dentro del proyecto “BIOHAZI” . Ellos nos hablaron de sus experiencias con el trabajo en la huerta, de las hierbas adventicias y de los proyectos futuros; cooperativa, cestas de alimentos, Sistemas Participativos de Garantía, etc.
Antes de iniciar el ágape, Pilar Mesanza y Belén Ortiz de Zárate, nos hablaron de la asociación Argia, un grupo de mujeres solidario con Nicaragua “una luz para Nicaragua” y dinamizador sociocultural que realizan un proyecto de cooperación desde el 2000 en colaboración con la ONG Mugarik, y colaboran con el grupo de mujeres de Xochilt Acatl en Malpasillo, Nicaragua. Para ellas el grupo significa; Amistad, Unión, Solidaridad, Ilusión compartida, Grupo genial, Igualdad, Escuela/aprendizaje, Satisfacción y mucho orgullo de la gente que ha estado trabajando. Un motivo para juntarnos.
Por eso nos prepararon unas viandas que degustamos animadamente, después de una bendición divertida y poco ortodoxa, en el pequeño invernadero que nos protegió de la lluvia.
“Estiro la mano, mano, mano,
encojo el codo, codo, codo
y queda bendecido todo (bis)”
Gracias por invitarnos a conocer vuestros proyectos y celebrarlo compartiendo alimentos buenos, justos y limpios.
Texto de: Eduardo Urarte Egurzegi