Es extraordinariamente satisfactorio descubrir nuevas iniciativas en el mundo ecológico y que, sin meter mucho ruido, se van consolidando gracias a la ilusión y al trabajo de algunos de nuestros paisanos.
Si de “raro” se puede calificar en nuestra Comunidad Autónoma la existencia de una explotación de bueyes, animal que prácticamente ha desaparecido de nuestro entorno, aunque algunos carniceros insistan en hacernos tragar con piedras de molino al ofrecernos las imaginarias chuletas de buey, más increíble es que lo hagan en ecológico.
Es el caso de Jesúsmari Beltrán de Guebara y Javier Urdangarín ayudados también por José Miguel Urdangarín, que a escasos 10 kilómetros de Vitoria-Gasteiz en las inmediaciones de Etxabarri Ibina se dedican a la cría de bueyes para carne.
Con el objetivo de visitar este trabajo y poder difundirlo entre consumidores y productores nos dirigimos, el 25 de junio de 2011, a la citada localidad, donde nos esperaban Jesumari y José Miguel para acompañarnos en la visita darnos a conocer este proyecto que está a punto de dar frutos.
Llevan casi 5 años con la explotación y desde este año ya con calificación de ecológica. Aunque predominan en su finca razas como la pirenaica, berrenda o charoláis, algunos de ellos cruzados con la raza limousin o salers, en este momento se hallan en un periodo de experimentación para determinar que carnes serán más sabrosas y mejor engrasadas para el consumidor en este tipo de cría en extensivo y en libertad durante todo el año.
La raza bovina pirenaica, es una raza autóctona, que en la actualidad y a pesar de que se encontró al borde de la desaparición, se encuentra en auge; esto es debido al enorme esfuerzo realizado por ganaderos y administraciones durante los últimos años. Es una raza orientada a la producción de carne.
La calidad insuperable del Limousin ha sido comprobada en numerosos concursos y experiencias en todo el mundo. Radica principalmente en la reducida proporción de hueso y grasa en la res, en la densidad del músculo de fibras y textura fina sobre todo en una precocidad fisiológica que se traduce en una temprana madurez de la carne. La Salers es una raza francesa originaria del Macizo Central (Salers, al lado de Aurillac). Fue seleccionada en el pasado por sus aptitudes mixtas: trabajo, leche y carne. La charolais es una raza originaria del Centro Oeste y Sudoeste de Francia. No se conoce el ganado que dio origen a esta raza.
Poseen un color blanco o blanco cremoso.
El pelo puede ser corto en verano, se espesa y se alarga durante las épocas de frío.
Una de las características más destacables consiste en la musculatura sumamente desarrollada. Es de gran tamaño: los toros adultos pesan 900 a 1250 Kg. En total la cabaña está compuesta por 30 cabezas que disfrutan de 30 hectáreas de monte bajo y nichos de arbolado protector.
La única alimentación de estos animales es el forraje del monte, ayudado en la época de sequía estival por fardos de hierba ecológica que ellos mismos cultivan y recogen. De momento no se han planteado utilizar pienso de ningún tipo. En este manejo los animales los animales engordan poco a poco y gozan de una inusitada agilidad que exige colocar vallas altas en las fincas para que no pasen a los terrenos de los vecinos.
En el invierno, la climatología de esta zona (bajo el Gorbea) es especialmente dura por lo que los animales se protegen naturalmente desarrollando una excepcional pelambrera como si del mejor abrigo se tratara. Nos comentaba Jesusmari, que incluso los veterinarios que los han visitado a la hora de castrarlos se han visto sorprendidos por la salubridad de los mismos que en todos estos años no han sido atacados por ninguna enfermedad, ni siquiera los habituales catarros. Nos han necesitado ni desparasitarlos, de lo cual están muy contentos los promotores de esta iniciativa.
El primer sacrificado, que calculan será para septiembre, es “Víctima” un toro de una tonelada de carne; todavía no tienen muy claro el modelo de presentación para la venta, lo que si tienen muy claro que lo van comercializar directamente al consumidor, a restaurantes, etc. Será un producto local exclusivo ya que en este momento no existe oferta alguna, y seguramente que lo podremos adquirir en lotes que serán algo más grandes que a los que estamos acostumbrados (de potro o ternera ecológico) ya que las piezas como chuletas serán de proporciones y peso más grandes. Nos comentaron que los lotes podrían ser de 7 u 8 kg.
En cualquier caso nos informarán de la decisión que tomen; a los asistentes se nos hizo la boca agua pensando en ese momento y quedamos a la espera de su llamada.
Desde aquí ánimo y enhorabuena por poner otro granito de arena sostenible en este Territorio.
los bueyes y su cría es un arte , pero para la mesa no hay nadie ke pueda superar la del buey gallego, al que se le han intentado clocar su cría pero nadie sabe porque no se consigue. Solo el secreto de galicia esconde el ,porqué?