Después de un año de parón obligado del Mercado de la Almendra, por la pandemia, que todavía sufrimos y con las medidas de seguridad establecidas Slow Food Araba volvió este sábado al citado mercado para promocionar la sidra de Araba; en nuestro stand estuvieron representadas todas las de nuestro Territorio Histórico de Álava. Nos acompañó en esta promoción el productor de Zuazo de Kuartango Benito Peciña; en esta ocasión y por la citadas medidas restrictivas no elaboramos ningún pintxo para el evento; esperamos que en breve podamos volver a la normalidad.
Aunque no se conoce con certeza el verdadero origen de la sidra, muchos historiadores coinciden en que se originó en la civilización egipcia, en la época anterior a Cristo. Otros investigadores atribuyen su origen y expansión por Europa a los celtas. Sin embargo, fueron los árabes quienes introdujeron los distintos tipos de manzana y las técnicas para su producción en el viejo continente.
La sidra fue extendiéndose con el paso del tiempo, y para el año 1629 los conquistadores ya habían implantado los manzanos en América y se elaboraba sidra por aquellos lares.
En la actualidad, la sidra que se elabora en el País Vasco tiene una importante diferencia respecto a la que se produce en otros países del mundo: la sidra autóctona de nuestra tierra es la Sidra Natural o Hard Cider, que como su nombre indica es la sidra natural de toda la vida elaborada exclusivamente a partir de la mezcla de distintos tipos de manzana, mientras que la sidra que se fabrica en otros países es la sidra gaseosa o achampanada, que es una sidra más artificial que se elabora a partir de una mezcla de zumo de manzana, mosto y concentrados, a la que se añade gas y edulcorantes.
En Gipuzkoa la sidra tuvo su punto culminante en el pasado siglo XX, en los años 30, gracias a su consumo masivo en los hogares y caseríos como única bebida. La mayoría de los caseríos elaboraban ellos mismos en sus lagares la sidra que después bebían durante todo el año.
En Álava tradicionalmente se había elaborado sidra pero fue disminuyendo esta práctica hasta quedar exclusivamente de manera testimonial en algunos caseríos. Hoy podemos decir que vuelve a recuperarse poco a poco y además de la tradicional de Aramaio, aparecen producciones en Barrundia, en el Valle de Harana, en Valdegovía o en Kuartango.
Este año respecto a la cosecha de la manzana, han destacado que se ha retrasado respecto al año anterior, al alcanzar el punto de maduración a finales de septiembre y principios de octubre. Además, se han registrado «importantes» diferencias de maduración entre las distintas variedades y plantaciones, ya que en un año como el 2020 la situación geográfica de los manzanales, la orientación de las parcelas y la profundidad y el tipo de suelo han tenido una influencia directa en el estado de maduración.
La nueva sidra presenta más color que en anteriores años debido a las características tánicas de la cosecha, y además tiene «mucho cuerpo» dejando un buena sequedad en la boca, con un comportamiento en vaso muy fino y presenta una «‘txinparta extraordinaria’».
Como se trata de sidras naturales «muy aromáticas presentas olores que van desde cítricos hasta la fruta madura, en función de la mezcla de variedades que utiliza cada sidrería, ha explicado. En general, los nuevos caldos son muy afrutados, fáciles de beber y con un final secante y elegante.
Como siempre muchas gracias por su trabajo a todas las personas que colaboraron el pasado sábado 6 de marzo de 2021.