En la granja Arangutxi de Mezkia han seleccionado diversas razas en un programa I+D buscando un producto de alta calidad, animales que son criados al aire libre, rodeados de vegetación. Esta raza presenta un crecimiento lento y armónico, fundamental para conseguir una carne deliciosa. Usan un método de crianza, a juicio de sus productores, muy original que consiste en cabañas móviles para las aves y que desplazan a diario; estas cabañas llamadas galpones están perfectamente integradas en el paisaje.
Para su alimentación utilizan productos locales ecológicos (aunque el producto final no tiene certificación ecológica porque no están totalmente de acuerdo con la normativa de Certificación según nos explica su productor) como el trigo, la cebada, guisantes y maíz que van cambiando en función de la necesidad de administrar nutrientes o proteínas. El último mes de crecimiento también los acompañan con frutas. Durante todo el crecimiento reciben restos de huerta, hierba del prado y por supuesto los insectos que ellos mismos cazan. El resultado final, un producto excepcional, capaz de trasladar directamente los aromas del campo. Los sacrifican con más de tres meses de edad, logrando unos ejemplares con carne de alto valor nutritivo y una digestibilidad elevada de bajo contenido en grasa, aportando proteínas que se asimilan con mucha facilidad, además de multitud de vitaminas y minerales, con un sabor que como dicen sus productores recuerdan a los pollos de antes. También se une este productor a la reiterada queja de no disponer de un matadero cercano que rebaje los costes de producción y aumente el bienestar animal.
José Gálvez al frente de esta granja, que también produce conejos, es un convencido de la agricultura regenerativa.
La agricultura regenerativa es un sistema de prácticas agrarias basadas en la menor alteración posible del suelo y en el mantenimiento de una cobertura de restos vegetales. Según la FAO comprende una serie de técnicas que tienen como objetivo fundamental conservar, mejorar y hacer un uso más eficiente de los recursos naturales, mediante un manejo integrado del suelo, agua, agentes biológicos e insumos externos. En cuanto a España, en un estudio realizado por la Universidad de Córdoba y el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, en el que ha participado la Asociación Española Agricultura de Conservación / Suelos Vivos (AEAC/SV), se definen estas técnicas como “Sistema de producción agrícola sostenible, que comprende un conjunto de prácticas agronómicas adaptadas a las exigencias del cultivo y a las condiciones locales de cada región, cuyas técnicas de cultivo y de manejo de suelo lo protegen de su erosión y degradación, mejoran su calidad y biodiversidad, contribuyen a la preservación de los recursos naturales, agua y aire, sin menoscabo de los niveles de producción de las explotaciones”.
“El Pastoreo Racional Voisin (PRV) es un sistema de manejo de pastos en el que se van rotando los rodeos, y cuya carga se puede triplicar respecto del sistema convencional de una misma región. Así se puede llegar a triplicar la producción de carne o de leche por hectárea, libre de agroquímicos”,
Aplicadas a los cultivos herbáceos, las técnicas de agricultura de conservación son las siguientes:
- Siembra directa: El suelo no recibe labor alguna desde la recolección del cultivo hasta la siembra siguiente, manteniéndose todos los restos de la cosecha.
- Mínimo laboreo con cubierta (laboreo de conservación): Preparación del lecho de siembra mediante una o dos labores superficiales dejando al menos el 30% de los restos del cultivo anterior sobre el suelo.
- En cultivos leñosos, las técnicas de Agricultura de Conservación son las cubiertas que se basan en proteger con una cubierta viva o inerte el espacio existente entre las hileras de árboles, conocido comúnmente como calle del olivar.
- Reconocido por múltiples estudios científicos, el método más efectivo para luchar contra la erosión es mantener el suelo cubierto con restos vegetales. De esta manera, se minimiza el impacto directo de las gotas de lluvia, se favorece el incremento de la infiltración y una disminución del poder erosivo de las aguas de escorrentía. Esta reducción será tanto más efectiva cuanto mayor sea la cobertura del suelo.
- En general, aunque existen variaciones en función del tipo de suelo y condiciones locales, las técnicas de Agricultura de Conservación frenan la erosión drásticamente.
Algunos de los beneficios evidentes comprobados de esta práctica son los siguientes:
- SUELO: Reducción de la erosión
- Incremento en los niveles de materia orgánica
- Mejora de la estructura
- Mayor biodiversidad
- Incremento de la fertilidad natural del suelo
- AIRE: Fijación de Carbono Menor emisión de CO2 a la atmósfera
- AGUA: Menor escorrentía
- Menor contaminación de aguas superficiales
- Mayor capacidad de retención de agua
- Menor lixiviado de nutrientes
- Menor riesgo de inundaciones.
En este fabuloso día fueron muchísimos los que se acercaron a preguntar sobre el producto y el manejo de la granja a José, quien se quedó al final de la mañana sin producto; por nuestra parte seguimos fomentando del espíritu SLOW mientras ofrecimos unas excelentes croquetas de estos animales de Arangutxi. No nos conformamos con probar su producto sino que una delegación de Slow Food visitamos al día siguiente esta granja que se encuentra en Mezkia, comprobando in situ sus sistemas productivos y verificando todo lo que ya nos había anticipado con anterioridad.
Está inmerso en un proyecto todavía inacabado en dos hectáreas de terreno donde dispone de sus galpones móviles que los cambia de lugar a diario de manera estratégica y totalmente ordenada para la recuperación de la capa herbácea y regenerar la tierra. Tiene previsto construir 3 balsas de agua con una capacidad para todo el año. Junto a los pollos y gallinas ponedoras también tiene un pequeño rebaño de ovejas, algún conejo y todo ello, en pleno monte, perfectamente protegidos por dos temibles mastines disuasorios de los Raposos de 4 y de 2 patas.