La Llanada Oriental se ha convertido en un referente en cuanto a producción local. Bajo el lema de Lautada bai!, la jornada, tuvo por escenario la plaza de Dulantzi, en la que no faltó un mercado de productores locales, una marcha de nordic walking, una exposición micológica, una muestra de los cabezudos y cabezudas de la Llanada, un encuentro de los coros comarcales o nuestro laboratorio del gusto.
Desde la ADR Lautada nos indicaban que la finalidad de esta fiesta, que en años anteriores se ha celebrado en Elburgo, Ozaeta y Agurain, es “apoyar a los productores locales, así como a los artesanos y artistas de la comarca, a los que se invita a participar llevando sus productos”. La jornada pretende ser festiva, un día de unión y afirmación de la identidad de los pueblos de la Llanada sin perder de vista su desarrollo económico y social. En consecuencia, este encuentro tiene como objetivo poner en valor los diversos aspectos comarcales, tanto culturales, como gastronómicos, turísticos, económicos o sociales, en un escaparate dirigido tanto a los propios vecinos de la Llanada, como a los visitantes de otras comarcas o territorios.
La cuarta edición del Lautada Eguna comenzó a las 8:00 horas con una salida de nordic walking desde el polideportivo municipal de Dulantzi para visitar el castro celta de Henaio y la ermita de Aiala. En total un recorrido de ocho kilómetros donde los participantes pudieron disfrutar del paisaje y la historia que rodea a la localidad.
A las diez y media de la mañana tuvo lugar la apertura de la muestra de productos gastronómicos y de artesanía de la comarca. Entre los productos, queso de la denominación de origen Idiazabal, patatas, alubias, repostería, pan, sidra o embutidos, todos ellos, producidos y elaborados en la comarca. Productos, que durante las últimas décadas han permitido mantener y desarrollar la economía de la zona, su tejido social y a preservar el medioambiente.
A lo largo de toda la mañana se pudo visitar la exposición micológica en el centro de asociaciones de la calle Mayor. Además los cabezudos y cabezudas de la Llanada compartieron escenario en la exposición que tenía lugar en la Casa de Cultura.
Otro de los platos fuertes del domingo fué el encuentro de los cinco coros de la comarca a partir de las 11:00 horas. Estos son el Grupo Coral Erkametza, de Elburgo, la Coral Alaia de Alegría-Dulantzi de voces blancas, la Agrupación Coral Eguzkilore de Agurain, Araiako Abesbatza de Asparrena y el coro Kataliturri, de Barrundia.
Los niños y niñas conocieron diferentes productos de la zona y su elaboración en el taller de cocina a cargo de Slow Food, La animación musical corrió a cargo de Jotafa.
En cuanto al laboratorio del gusto Slow Food, mientras las voluntarias y voluntarios se afanaban en realizar creaciones con queso, embutidos y carnes locales, ante la inclemencia climatológica, Jose Antonio Arberas fue presentando a las productoras y productores congregadas en la plaza para que expusieran su trabajo en sus explotaciones agrícolas, cuyo objetivo es valorizar su gran labor ante el público que asistió a la jornada.
Gracias a todas las personas que participaron como voluntarios en la Jornada.