En su 68º período de sesiones, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 2016 Año Internacional de las Legumbres (A/RES/68/231)
Se ha designado a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para que facilite la celebración del Año en colaboración con los gobiernos, las organizaciones pertinentes, las organizaciones no gubernamentales y las demás instancias pertinentes.
El Año Internacional de las Legumbres 2016 se propone sensibilizar a la opinión pública sobre las ventajas nutricionales de las legumbres como parte de una producción de alimentos sostenible encaminada a lograr la seguridad alimentaria y la nutrición y al mismo tiempo brindar una oportunidad única de fomentar conexiones a lo largo de toda la cadena alimentaria para aprovechar mejor las proteínas derivadas de las legumbres, incrementar la producción mundial de legumbres, utilizar de manera más apropiada la rotación de cultivos y hacer frente a los retos que existen en el comercio de legumbres.
Las legumbres contribuyen a la seguridad alimentaria
Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias alimentarias para llevar una vida activa y saludable. La inseguridad alimentaria es un problema importante para muchas personas y hogares en pobres y en desarrollo, se estima que 795 millones de personas están subalimentadas. Las legumbres pueden contribuir a la seguridad alimentaria de varias maneras.
El rol de las legumbres en la agricultura que tiene en cuenta la nutrición
Proporcionar un suministro de alimentos ricos nutricionalmente a largo plazo es la clave para superar la malnutrición y las deficiencias de micronutrientes. Hasta hace poco, el enfoque de los proyectos ha sido solo en los suplementos de micronutrientes o en el lado de la producción de alimentos. Sin embargo, los beneficios nutricionales a largo plazo solo pueden ser alcanzados a través de un planteamiento más amplio que conecte la nutrición con una agricultura que está arraigada en un marco social y económico.
La agricultura que tiene en cuenta la nutrición es un enfoque que busca maximizar la contribución de la agricultura a la nutrición. Esta estrategia hace hincapié en los múltiples beneficios derivados de disfrutar de una gran variedad de alimentos, reconociendo el valor de la dieta para una buena nutrición, salud y productividad, y la importancia social del sector alimentario y agrícola para apoyar los medios de vida rurales.
La agricultura que tiene en cuenta la nutrición también conlleva a la conexión entre ésta y los sectores que se ocupan de otras causas de la desnutrición, tales como, el educativo, de salud y de protección social. La FAO promueve este enfoque de la agricultura a través de una variedad de asociaciones e iniciativas de capacidades de desarrollo.
Enriquecer un agroecosistema con legumbres genera numerosas ventajas para los agricultores y las comunidades locales: las legumbres son componentes clave para una dieta saludable y una buena fuente de proteínas vegetales. Por esta razón, el caupí (o frijol de ojo negro) se conoce como la carne de los pobres, especialmente en África Occidental.
Las legumbres son aparte de un excelente alimento complementario infantil parte de una dieta diversificada, tal y como lo demuestran los proyectos de la FAO en Malawi y Camboya. En estos países se proporciona al mismo tiempo educación nutricional e insumos agrícolas a las familias con niños pequeños. Por otro lado, las legumbres pueden ser utilizadas como alimento de alta calidad y forraje para el ganado y de esta manera mejorar la producción de leche y carne, y por consiguiente en la calidad de la dieta.
Adicionalmente, las legumbres pueden mejorar la fertilidad del suelo y aumentar la biodiversidad. Reducen el riesgo de fallo total de los cultivos en sistemas de cultivos múltiples mejorando la seguridad alimentaria. Las legumbres son adaptables a una diversidad de procesamiento de alimentos y pueden ser almacenadas fácilmente en comparación con las verduras y frutas.
Por último, las legumbres pueden ser vendidas y, por lo tanto, generar ingresos permitiendo un mayor acceso a otros alimentos. En resumen, las legumbres reducen la dependencia de insumos externos y mejoran la sostenibilidad de los cultivos integrados, los sistemas de producción acuícola y la actividad ganadera.
Las legumbres pueden desempeñar un papel central en la agricultura que tiene en cuenta la nutrición, ya que sus propiedades aportan beneficios tanto para la agricultura como para la nutrición. El Año Internacional de las Legumbres representa una oportunidad única para crear conciencia sobre el potencial de estas leguminosas en el desarrollo del sector agrícola y constituyen un estímulo adicional para aumentar la producción mundial.
Colaborando con esta iniciativa de la FAO, Slow Food Araba-Álava organizó, el pasado 22 de julio de 2016, un taller de croquetas de alubia, como una nueva manera de introducir en nuestra dieta este producto que en ocasiones es difícil de promocionar en sus elaboraciones tradicionales pero que hemos comprobado que bien en hamburguesas o croquetas son muy aceptadas sobre todo por el colectivo de los más menudos.
Todo ello bañado en nuestro gran aceite Arroniz de Rioja Alavesa y aderezado con la Sal de Salinas de Añana.
Receta: cocemos las alubias, eliminamos el agua sobrante y trituramos con una batidora consiguiendo una masa compacta.
Picamos finamente cebolletas, ajo, pimientos verdes y rojos, calabacín y cualquier otra verdura de temporada y la mezclamos con la masa de alubias previamente preparada.
Cuando la masa está ya rebozada preparamos las hamburguesas o croquetas al gusto y las pasamos por harina, huevo y pan rallado, freímos en aceite muy caliente y lo presentamos con una salsa que realizaremos a base de pochar cebolla, pimientos rojos y verdes, ajo, un poquito de vino blanco, pimienta y sal que pasaremos por el chino para refinar.