Un agradable aroma precedía nuestra llegada a Campillo de la Jara, pequeño municipio de Castilla-La Mancha muy cerquita de la frontera con Extremadura, el de la jara que inundaba las orillas de las carreteras y las dehesas circundantes y que entro por las ventanillas del coche en un atardecer envidiable.
Atendiendo a la invitación de el Ayuntamiento de Campillo de la Jara uno de los municipios que forma parte de la RED TERRAE, el 30 de abril de 2016, tuvimos la oportunidad de participar en la 12ª edicion de VIVE LA VÍA un evento para todos los públicos que intenta aglutinar actividades de aventura, patrimonio cultural, folclore y gastronomía con el objetivo de impulsar y poner en valor en medio rural.
La Red TERRAE está potenciando el desarrollo sostenible, medioambiental y agroecológico mediante la puesta en práctica de diferentes herramientas como el banco de tierras, la formacion DILAS y el apoyo a emprendedores,la recuperacion de cultura agroecológica y gastronómica, ect.
En este contexto se nos pedía nuestra colaboración organizando un taller de cocina para niñas y niños acompañados por sus padres y madres a ser posible en el que se tratasen ademas algunos conceptos básicos de agroecología, salud y cultura gastronómica.
Tras una dinámica de presentación en la que pudieron decorar y pintar sus delantales y gorros de cocina nos pusimos manos a la obra para cocinar un plato típico de la cocina manchega EL PISTO del que comentamos algunas curiosidades historicas y culinarias para ponernos en situación.
Tuvimos la suerte de contar con la experiencia, la gracia y el saber hacer las mayores y los mayores que por otro lado estaban preparando ademas unas migas para acompañar el plato.
Además, Olvido y María nos contaron el funcionamiento del gallinero comunitario del que se trajeron los huevos y como hacían ellas las conservas de tomate que utilizamos como no para la receta del pisto.
La presentación final del plato la realizamos sobre unas hojas de col previamente escaldada y decorada con unas pajitas de puerro y el huevo cocido rallado decorado con unas flores de jara y romero silvestre en consonancia con el precioso paisaje que nos rodeaba.
El ayuntamiento quería con esta actividad poner en valor como en ediciones anteriores la vía verde y alguno de los recursos que han apoyado en su puesta en marcha como la rehabilitación de esta estación y el restaurante alojamiento la Pizarrita que Luis y todo el equipo de Jaranatura estaban gestionado.
Han recuperado dos vagones en los que cuentan con 13 camarotes de dos literas y en el otro la cocina y el restaurante en el que disponen entre otras cosas de un menu Km0 del que destacan la caldereta de Cordero de su propia ganadería.
Para esta jornada habían preparado un menu km0 con caldereta, migas, gazpacho y pan que podías conseguir pagando 9 € y te devolvian 1 al devolver la bandeja para su correcto reciclado. Y entraba genial acompañada de una cerveza artesana Jareña bien fresquita.
Por otro lado los más peques y no tan peques también podían disfrutar de lo lindo alquilando una bicicleta y recorriendo la via verde a lo largo de la cual se habían dispuesto diferentes actividades de aventura como tirolina, escalada, tiro con arco, piragüismo, etc., y otras más culturales, como una visita teatralizada a este molino recuperado o su folclore.
La verdad es que fue una autentica gozada participar en esta preciosa jornada
«agrogastronomicoaventurescocultural» y aportar nuestro granito Slow, en este caso de sal ya que el punto alaves del pisto fue la sal de Salinas de Añana. Había que ver las caras de niños, niñas y mayorres cuando a medio taller nos pusimos un mostacho para comentar lo rápido que crecen aquí las cosas con su clima a proposito de la temporalidad de los alimentos o cuando hicimos el truco de magia del compost.
¡¡¡Hasta el próximo VIVE LA VÍA 2017!!!
Texto y fotos de Javier Chaves