Inauguró la Jornada Borja Monje, Diputado de Agricultura de la Diputación Foral de Alava, dando la bienvenida a los participantes y manifestando la importancia de estos encuentros para poner en su lugar a nuestros productores y nuestros productos. También nos informó de que tenía conocimiento de la presencia alavesa en el Salone del Gusto de Turín y del éxito de la expedición para nuestros productos y productores.
Seguidamente Alberto López de Ipiña tomó la palabra diciendo que la experiencia y conclusiones de nuestro viaje a Turín los dejaba a los jóvenes productores y productoras que iban a intervenir con posterioridad, exponiendo únicamente las líneas de trabajo aprobadas por el Congreso Slow Food Internacional para los próximos años. “[…]El Manifiesto Slow Food, presentado en 1989, trazó el rumbo de la asociación en el arco de su historia y sentó las bases para el futuro. Su originalidad es actual aún hoy y se reconoce en el principio fundamental que guía a Slow Food: nuestro alimento debe ser “Bueno, Limpio y Justo”. Para alcanzar este objetivo hemos de restituir un valor central a la alimentación en nuestras vidas, y para ello hemos de recomenzar a partir de un derecho primario de la humanidad: el derecho al alimento […]”
Seguidamente relacionó el alimento con la fertilidad del suelo, con el agua, con el aire, la biodiversidad, el paisaje, la salud, el conocimiento, la memoria, la tradición, al placer, la convivialidad, para seguidamente explicar el compromiso de trabajo adquirido para los próximos años en cuatro áreas:
Un regreso a la Tierra restablecerá una estrecha conexión entre los productores y quien depende de ellos para su alimentación y su sustento. Regreso a la Tierra puede significar hacerlo en concreto para practicar la agricultura, en particular entre las jóvenes generaciones, o bien abandonar los ropajes de “consumidores” y convertirse en“coproductores”, es decir, asumir las razones de los productores “buenos, limpios y justos” y permanecer siempre conscientes de que «comer es un acto agrícola».
El respeto por los alimentos y su producción, el derecho a la alimentación, no pueden ser perseguidos sin una lucha cotidiana contra los muchos tipos de despilfarro (recursos, suelos, paisajes, agua, salud, energía) y en primer lugar el de los alimentos comestibles. Todos podemos hacer mucho en este sentido: despilfarrar la comida y los recursos para producirla es un acto estúpido, insensato y costoso.
Los sistemas locales de producción y consumo de alimentos favorecen la salvaguardia de la biodiversidad, de las diversidades culturales y de las economías a pequeña escala, y son un gran ejercicio de democracia participativa. Además, estos sistemas pueden ser más eficientes y productivos que aquellos industriales a gran escala. La economía local es un prerrequisito del derecho a la alimentación para todos.
Todo lo que contiene este documento no puede ser realizado en ausencia de una palabra clave: educación. Hemos de educarnos en la centralidad del alimento, y por ello en esos mismos alimentos, es decir, en la complejidad y en las conexiones. Educarnos siempre, a cualquier edad, sobre el autentico valor de los alimentos.
Alberto animó a profundizar en el documento y asumir el compromiso de trabajar por poner al alimento en su justo lugar, dando paso a Fernando Martínez-Bujanda para hablarnos del proyecto Óleum o como a él le gusta
llamarle, proyecto de las 3 erres, recuperación de personas, recuperación de la biodiversidad y recuperación de olivos. Once objetivos específicos incrementar la autoestima de los colectivos. Potencia las relaciones interrelacionales. Mejorar las condiciones laborales de los jóvenes discapacitados de Kimu. Propiciar una opinión positiva sobre estos colectivos (discapacitados y presos de la cárcel de Zaballa). Transmitir conductas respetuosas con el Medio Ambiente y la Biodiversidad. Fomentar la alimentación saludable. Desarrollar acciones encaminadas a la diversificación de riesgos potenciales derivados del monocultivo. Generar oportunidades para mejorar la calidad de la vida social rural. Promocionar el cultivo del olivo. Fomentar la biodiversidad y la recuperación del ecosistema y por último fomentar la actividad agrícola desde postulados ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.
En estos procesos se han seguido 6 criterios de actuación: La calidad de vida, el desarrollo del medio rural, la visión integral de un desarrollo sostenible, la calidad como fin y como estrategia, es un proyecto transversal y el olivo como eje total del proyecto.
Pasó acto seguido a destacar 5 puntos donde coincide el proyecto con el documento de la centralidad del alimento: en la transmisión de conductas respetuosas con el Medio Ambiente y la Biodiversidad, en el fomento de la actividad agrícola desde postulados ecológicos y respetuosos con el medio ambiente, en el desarrollo de acciones encaminadas a la diversificación de riesgos potenciales derivados del monocultivo y recuperación de terrenos abandonados, los voluntarios que transmiten su conocimiento como valor del proyecto y por último la vuelta de los discapacitados al mundo rural, el regreso a la tierra…..produciendo un alimento bueno, limpio y justo (el aceite Lurzabal).
Paso a definir el citado aceite enumerando las cualidades del mismo como por ejemplo, la de su caudalía. Continúo con unas fotografías para mostrarnos la parte práctica del proyecto que se desarrolla entre Lanciego hasta Moreda. Aludió a la importancia del olivo en la historia de Rioja Alavesa
Y fue presentando el día día de todas las personas y la vida del proyecto.
Seguidamente Nagore García, Técnico Hazi, que bajo el título IN AGRO SALUTE Y EL OLIVAR EN RIOJA ALAVESA: LA IMPORTANCIA DE LA AGRICULTURA LOCAL SOSTENIBLE Y DE TEMPORADA nos contó que es un Proyecto de Cooperación Territorial conjunto entre Navarra (FUNDAGRO), Aquitania (Cámara de Pirineos Atlánticos) y el País Vasco (HAZI).
Su objetivo general es desarrollar los recursos necesarios para acercar y dar a conocer a la sociedad la importancia de la actividad agraria.
Para ello, se realizan colaboraciones con diferentes entidades: ADRs, ayuntamientos, asociaciones sectoriales, entidades relacionadas con otros ámbitos (salud, turismo, cultura…)…
Los objetivos específicos son :
- Posicionar al sector agrario como sector clave de las economías y valorizar sus contribuciones para el conjunto de la sociedad
- Mejorar la percepción de la sociedad respecto a la actividad agropecuaria, de los profesionales del sector y de la producción de calidad
- Sensibilizar e informar a la sociedad de la situación de la agricultura, su evolución a lo largo de la historia, su papel en la sociedad, los distintos cultivos y productos, las transformaciones de los productos hasta llegar a la mesa, de la oferta de productos de calidad, de la oferta de agroturismo de sus territorios
MULTIFUNCIONALIDAD DE LA AGRICULTURA (Centralidad del Alimento)
Representa el reconocimiento de la amplia variedad de funciones que desempeña la actividad agraria:
- Funciones comerciales: que producen bienes privados remunerados por los/las consumidores (económica)
- Funciones no comerciales: que proporcionan bienes públicos a la sociedad, con un alto valor económico aunque no sean remunerados (función ambiental, función social y territorial)
- No todas las actividades agrícolas ni todos los sistemas de producción aportan las mismas funciones, ni en cantidad ni en calidad
- El cultivo del olivar de Rioja Alavesa es un claro ejemplo de un tipo de agricultura con múltiples externalidades: la agricultura local, sostenible y de temporada.
Juán Luis Bujanda, productor de uva y de aceite de Rioja Alavesa de la variedad Arróniz nos dio su punto de vista desde el punto de vista profesional. Afirmando que sus productos como dice el documento se han convertido en mercado dejando de ser lo que deben ser alimento; hizo un repaso del devenir del aceite de calidad y como lo han ido recuperando para pasar del autoconsumo, con un trabajo divulgativo, sacarlo al mercado. También aludió a la mala cosecha, por falta de agua, y que como dice el documento hay que evitar el despilfarro de este elemento tan necesario. Pidió a los políticos presentes colaboración, sensibilidad y ayuda en este campo. Habló de Terra Madre resaltando la presencia de mucha gente joven muy interesada y preparada en temas de la alimentación.
Irune Audikana, de Gereñu, no contó el trabajo en su explotación, en la que toda la familia está implicada desde que se levantan hasta que se acuestan. Realizan todo el proceso para sacar al mercado su producto. Desde manejar el rebaño de oveja latxa hasta vender el queso; este año además elaboran gazta zaharra , queso que fermentan para poder comerlo en crema.
Habló de sostenibilidad, de naturaleza, de producción de calidad, de explotación extensiva, de contacto con el cliente en definitiva trabajan, sin darse cuenta, viven en la centralidad del alimento. Ella no viene de pastores ni de queseros y sin embargo ha elegido esta forma de vida “ ……..ni somos raros, ni tenemos una tuerca por ahí suelta, ni nada de eso….simplemente nos gusta….” de sus experiencias en Turín habló con mucho cariño donde se dio cuenta de la importancia que tiene su trabajo y creció su autoestima. Animó al público a participar más y a tomar contacto con los “Intelectuales de la Tierra e invitó a ver su explotación”. “No solo compras un queso estas comprando un modelo de vida”
Le toco el turno a Alberto Alecha que nos habló del proyecto de ADORA, que comenzó desde las Instituciones intentando recuperar el olivo de Rioja Alavesa, como complemento a la viña que era la producción principal.
Comenzaron protegiendo el olivar que quedaba para potenciar con posterioridad el fomento de su cultivo. Vieron que la variedad más apropiada era la autóctona de la zona, la variedad arróniz. Puso de manifiesto que después de 10 años ha explotado el sector, con la concesión del Label, el proyecto Óleum, In Agro Salute y la cantidad de marcas que acaban de salir al mercado. Adora sigue colaborando no sólo con los socios de la Asociación sino ha estado asesorando a otros agricultoras/es, para mejorar el aceite y proteger el medio ambiente.
Los productos que fueron sacando las cocineras y cocineros de Slow Food fueron acompañados primero con Arabako Txakolina Eukeni.
Que presentó José Antonio Merino, haciendo en primer lugar referencia a su experiencia en la Feria de Turín en años anteriores definiéndola como la mejor que ha conocido donde lo que más se valora es el contacto entre productor y co-productor.
Ya refiriéndose al txakolí, Jose Antonio Merino nos daba algunas pinceladas de este producto y de la cosecha de este año. Nos comentó que la climatología poco favorable durante casi todo el año auguraba menor producción, sin mermar la calidad de este caldo. Es más, el gran trabajo realizado por las bodegas del territorio va a permitir que se pueda disfrutar de él como nunca. Eso sí, la cantidad producida no ha sido menor sino que ha aumentado en un 40% más que el 2011. La producción ha estado condicionada en 2012 por la gran sequía sufrida, sin embargo las lluvias que se produjeron poco antes de la vendimia harán que la cosecha 2012 sea excelente en calidad y en cantidad.
La elaboración del Txakolí de Alava se circunscribe geográficamente a la Comarca de Ayala, que está compuesta por 5 municipios: Aiara, Artziniega, Amurrio, Laudio y Okondo. Dicha Comarca se sitúa en la zona septentrional del Territorio Histórico de Álava, de la Comunidad Autónoma del País Vasco, a cuyo clima atlántico se adaptan perfectamente las variedades de vid autóctonas seleccionadas como la “Hondarribi Zuri “ y la “Hondarribi Beltza”, que son las variedades principales.
En junio de 1989 se creó la Asociación Alavesa de Productores Artesanos de Txakolí-Arabako Txakolina Elkartea con el objetivo de aunar los esfuerzos necesarios de cara a revitalizar esta actividad agraria, en otros tiempos considerada pilar fundamental de la economía de la zona, pero que en aquellos momentos se encontraba a punto de su completa desaparición.
Genéricamente el txakolí es un vino blanco típico del País Vasco, que se define como joven, fresco, afrutado y sensiblemente ácido. Característico de un ambiente húmedo y templado, es un excelente acompañante que va bien con todo tipo de entrantes, pescados y mariscos.
En concreto Eukeni se elabora en el pueblo de Artomaña que pertenece a Amurrio, en una bodega creada hace 5 años. La bodega dispone de 20 Ha. y ha utilizado las mejores fincas para la elaboración de este txakolí. Tras una fase de elaboración rigurosa para obtener una altísima calidad, nos encontramos con un txakolí de color amarillo pajizo claro y sabor penetrante y homogéneo con un pequeño matíz de acidez. Mantiene una cuidada presentación y la marca es un homenaje de los propietarios de la Bodega a D. Eugenio Álava ya fallecido, protagonista de la recuperación del txakolí alavés cuando estaba a punto de su desaparición en 1985, comentó Jose Antonio. Afirmando el perfecto maridaje de Eukeni con el Gazta Zaharra, también agradeció a Slow Food el trabajo que en defensa del txakolí, del que ha tenido noticia, han realizado en Turín.
Hablamos de productores y de aceite y nada mejor que sacar al escenario a Iker Díaz de Cerio y Aitor Marauri, productores de Moreda con la marca Rivo de Moreta.
Aitor Marauri nos contó que viene del sector industrial y el contacto con el sector agrícola, además de ser una experiencia nueva, ha posibilitado poner en su lugar a un producto que lo conocieron como autoconsumo, pero se han formado en este mundo del aceite y hoy están ilusionados por el sector y por los logros que están consiguiendo; están emocionados viendo su aceite en los grandes centros de productos de calidad y esperan que pronto empiece a ser negocio. «[…]Creemos en que lo que promulga Slow Food los cambios individuales lograrán cambiar el colectivo vendrá el cambio global y las maneras de hacer todo mejor[…]”
Ayuda de las Instituciones pero cambiando el modelo, el camino es el productor y el co-productor afirmaba detrás de Aitor su socio Iker Díaz de Cerio. No es un negocio por cantidad, pero no es deficitario, ganamos dinero. «[…]En cuanto a Turín yo me quedo con toda la gente que hay en el mundo dirigidos hacia el mismo sitio, nuestro producto, nuestra tierra y nuestro pueblo……hemos vuelto con ganas de trabajar, de hacer nuevos vínculos y aprovechar y crear nuevas sinergias[…]”. Además nuestro aceite quedó muy bien posicionado en las catas de Turín. Acabó invitando a leer el documento completo sobre la centralidad del alimento y alimentarse conscientemente.
También tuvo la oportunidad de dar su parecer sobre el en encuentro Juan Antonio Zárate, Presidente de las Juntas Generales de Álava, quien también pondrá su granito de arena, obsequiando el 24 de noviembre (día de puertas abiertas de las JJGG con una botella de aceite arróniz de Rioja Alavesa). Como dijo el propio Presidente colaboramos con los productos autóctonos, el año pasado obsequiamos la visita con Sal de Salinas de Añana y este año lo haremos con el aceite de Rioja. Pero Juantxo nos contó que le ha tocado promocionar productos locales desde siempre, ya que su familia tenía una tienda de ultramarinos en Vitoria que le gustaba vender cosas de la tierra y le tocaba ir a buscar aquellos incipientes quesos que más tarde se llamarían de Idiazábal.
Estefanía Beltrán de Heredia, juntera de la Cámara alavesa, nos contó cómo conoció nuestro movimiento y cómo ha compartido esta filosofía porque está convencida de que somos lo que comemos y en cualquier caso es mas que una filosofía, es la propia vida, no hablamos de comida hablamos paisaje, de orgullo de nuestros agricultores, de nuestro planeta y hablamos de sostenibilidad de la propia sociedad.
Eduardo Urarte, en representación de la Comunidad del alimento de la carne de potro habló de sus experiencias en Terra Madre, de la convivencia con otras comunidades, otras familias, otros agricultores y agricultoras, que les permite compartir sus costumbres y sus culturas. Explicó qué es una comunidad del alimento y la definió como un grupo de productores que se unen a un grupo de co-productores para producir y repartir el producto del que se trate a un
precio justo. También que tenemos que diferenciar intereses del mercado y los intereses de la humanidad relacionados con el alimento, porque muchas veces los confundimos.
Antes de terminar Maite González explicó a los presentes las creaciones que estaban degustando y en especial la tarta de patata Gorbea y aceite de Rioja Alavesa que tango gustó.
La jornada terminó con la clausura por parte de Borja Monje, quien agradeció la presencia a todo el mundo, agradeció también el esfuerzo de Slow Food paral llevar a Álava y sus productos a Terra Madre y Salone del Gusto y animó a seguir con estos encuentros que aclaran el camino que nuestra agricultura y nuestra alimentación deben seguir.