Josep Pàmies, agricultor bilógico, dedicado a la producción cuidadosa de vegetales para consumo humano, bajo las técnicas tradicionales y el respeto al medio ambiente, recuperando hierbas silvestres mal denominadas “malas hierbas” por la agricultura industrial y química de estos últimos tiempos, durante estos años se ha peleado por introducir la Stevia Rebaudiana en España, un auténtico tesoro para diabétic@s, hipertens@s y obes@s, con todas las dificultades concebibles, generadas por Administraciones que hacen la vista gorda al sufrimiento de las personas y al expolio del presupuesto sanitario por parte de la industria farmacéutica.
Este incansable luchador contra los transgénicos nos honró el pasado 2 de abril de 2011 con su visita para compartir la experiencia de haber vuelto a los orígenes de la agricultura tradicional, después de haber pasado por la explotación intensiva. La conferencia tuvo lugar en la Sala de Conferencias del edificio de Asociaciones Simone de Boauvoir.
Comenzó Alberto López de Ipiña, Presidente de Slow Food Araba-Álava, con una breve presentación del ponente para que el mismo pudiera aprovechar el mayor tiempo posible y recordando que del 11 al 17 de abril se celebra la semana anti-transgénicos, pasando la palabra a Josep Pàmies de cuya conferencia transcribimos un pequeño extracto literal:
“Buenos días, hemos venido de Balaguer, somos miembros del Convivium Terras Lleida de Slow Food; para empezar os diré que teníes una ciudad bonita y que seguro que es fruto del autogobierno que siempre habéis tenido.
Voy a hacer una reflexión, en voz alta, intentando incorporar y compartir experiencias. Hace 20 años no sabía nada de plantas, pero hemos trabajado mucho para superar aquella época en la que nos creíamos super hombres que dominabamos la naturaleza con nuestros herbicidas y fertilizantes y toda la más moderna maquinaria; pero vimos que con aquél sistema la tierra y nosotros mismos enfermábamos poco a poco. Las plantas que resistían a los hervicidas se convertían en plágas. Los herbiciídas no funcionaban y las tierras cada vez daban menos pidiendo más fertilizantes y fungicidas más potentes; la tierra se iba agotando, mientras nosotros comiamos alimentos contaminados con veneno, en cantidades toleradas, pero en definitiva veneno; la suma de los residuos tolerados se convierten en problemas que algunos como Catedrático Nicolas Orea han estudiado y han demostrado como las placentas de las mujeres están aún llenas del DDT que se utilizaba aquellos años. Hay miles de productos que consumimos a través del agua, del aire, etc. y aparecen en las análiticas. Van a tener que pasar muchas generaciones para crear el hombre resistente a todos esto tóxicos; mientras tanto los demás lo sufrimos en nuestras carnes; así que viendo esto me uní a esos romanticos, los ecológistas, que en un principio eran nuestros enemigos, pues siempre estaban diciendonos lo que hay que hacer y eso molestaba mucho. Pronto nos dimos cuenta que donde no echábamos herbícidas había los mismos problemas que en los campos que los habíamos utilizado y donde nos gastabamos millonadas de pesetas, ya no funcionaba la química. Mi padre murió muy jóven de un infarto, mi madre estaba muy enferma (ahora está mejor que nunca) por aquellas microintoxicaciones de DDT y fosforados hoy prohibidos. Algunos periodistas acusan a gobiernos de muchísimas muertes, pero casi nadie se entera, los grandes medios no se hacen eco de todas estas cosas, las grandes empresas causantes de las mismas son demasiado fuertes y los gobiernos cierran los ojos.
Cuando empezé a tomar razón de todo aquello, del engaño de las semillas, de empresas como Monsanto a la que acusaban en Estados Unidos de haber matado a muchos niños con el espartamo de la coca-cola y a la vez hablaban de una planta como la stevia que, si la hubieran utilizado para endulzar sus productos, no hubieran sucedido aquella desgracia.
……esto me sobresaltó, una planta prohibida……..no te lo podías crear. Comenzé a interesarme por estos productos y comprobé que más de 100 enfermedades epodía provocar el espartamo. También estudié los negocios de las grandes multinacionales farmaceúticas y los gobiernos que los protegen, por intereses económicos y cómo llega Ronald Reegan a autorizar el espartamo. Vas tirando del hilo y cada vez más, más y más porquería…… .y te dices ¿cómo es posible?. Con los años he visto que sí que es posible. Y por eso es necesario informar para que podáis convenceros como yo hice. La stevia me convenció que había que pasar a unos parámetros ecológicos y con mucho miedo comenzamos en esa línea. En estos momentos gozamos viendo como hemos vuelto a rentabilizar la tierra y volver a lo que producia hace 30 años con los métodos tradicionales, la tierra se ha curado ha vuelto a vivir sólo utílizando productos orgánicos; insecticidas potentísimos hechos de ajo de las semillas de la naranja, etc.
Ya empieza haber pequeñas empresas bio que están resurgiendo de las cenizas de la química de Monsanto a las que se pueden adquirir si no tenemos tiempo de elaborarlos nosotros mismos. Nos hemos dado cuenta que hay plantas potentísimas para curar otras plantas; y si esto es así también las hay para curar personas. Con la química, intentamos curarnos e vamos metiendo antibioticos y más antibioticos con lo que tu cuerpo cada vez tiene menos anticuerpos y cada vez necesitas más medicamento, más medicamento……Cuando en las plantas hemos reducido los productos químicos, la tierra vuelve a su ser, vuelve a coger su equilíbrio. Hablamos de cultura ecológica, curar las plantas con plantas y a los humanos ¿qué……? quimica y quimíca………….¿estamos locos o qué?. Los ganaderos ecológicos saben curas con homeoparias a sus vacas y sus conejos y nosotros venga tomar aspirinas, analgésicos y viagras cuando tenemos todo en la naturaleza sin contraindicaciones ¿……..sómos los últimos de la película?
Bueno pues en esta historia es en la que nos encontramos, gracias a Slow Food hemos podido divulgar y popularizar las propiedades de la stevia y otras plantas medicinales, aún prohibidas, en muchos países y esto ha hecho que nos hayan desbordado el interés y la demanda de la población por lo que hemos creado otra organización independiente, Dulce Revolución, pero hermana de Slow Food donde se recogen las vivencias, los conocimientos y experiencias que han sido escogidos para dar información contrastada procedente de estudios y casos reales. Estamos descubriendo verdaderos tesoros vivientes que nos dan muestra de las ventajas de una alimentación saludable.
Hay que luchar contra estos lobbies que nos meten en ciudades y nos quieren tener controlados como las colmenas, nos meten en jaulas y nos dicen los alimentos que tenemos que comer y encima llenos de aditivos, colorantes, conservantes, potenciadores de sabores y no se cuentas Es; y esto no puede traer salud de ninguna forma; hay que empezar a cambiar de hábitos como están empezando a cambiar pueblos como EEUU, Alemania o Suiza, pueblos que han sido los mayores culpables de esa química fascista, ahora son los que menos química utilizan y que menos química comen. Culpables somos todos hasta nosotros cuando dejamos esos pequeños capitales en las cajas y bancos y luego van a donde tu no sabes y se utilizan para lo que tu no sabes………..a fabricar transgénicos, a dejar sin semillas a los productores; suerte que Slow Food a nivel internacional está recuperando semillas y creando bancos para los campesinos, dando valor a lo que tenemos en los propios países, a la variedad, al gusto y a la salud.
La gente no se da cuenta de estas cosas, pero los que nos gobiernan y los que dirigen esos grandes capitales si se dan cuenta de esto y procuran alimentar a sus hijos con productos ecológicos y libres de trangénicos incluso utilizando plantas prohibidas como la stevia y luego nos instruyen expedientes sancionadores. Pero los políticos no son los más culpables son los dineros que por detrás manejan todo creando una sociedad enferma……………………………………….. la salud no es negocio y la enfermedad sí. Tranforman los medicamentos en instrumentos que cronifican la enfermedad y no lo curan, compran a los políticos para que callen; muestra de ello son las grandes cantidades de dinero que donan en las campañas electorales como la de EEUU, pero no a un partido sino a los dos a Demócras y a Republicanos, así gane quien gane siempre ganan ellos. El gran Lobbie tendría que ser nuestro voto, pero nuestro voto no está sierviendo de nada, son más grandes las presiones de esos otros que hacen que las leyes se hagan a su medida, la ley de etiquetaje, por ejemplo, que prohibe que las plantas en su etiqueta informen de sus propiedades. El omega 3, por ejemplo, se puede informar que lo llevan los lacteos de los grandes lobbies, pero no en una sardina ni en los pesacados azules que es la manera más saludable de proporcionar omega 3 al organismo y la más barata…………. …………en el año 2004 se prohibieron más de 100 plantas en España, el Tribunal de Justicia Europeo falla en contra de esta prohibición, sentencia que aún el gobierno no ha transmitido ni a la población ni a los herbolarios, manteniendose en una clara ambigüedad que protege intereses económicos de los de siempre. Ferrán Adriá, Quique de Acosta o Santi Santamaría la incorporan a su carta en un ejemplo de valentia y de apoyo a nuestra causa…………………………………….”
Continuó su exposición presentandonos varias plantas, sus propiedades y exponiendo ejemplos de curaciones de cada una; Stevia, Kalanchoe, Perilla, Artemisa y Lepidium fueron algunas de estas potentes joyas curativas.
Acabó su intervención de manera sumamente obtimista, afirmando que estas experiencias de vida son muy importantes y son las que harán cambiar la sociedad, cada uno en su sitio, testimonios reales que otros intentan ocultar pero que cada vez están llegando a más gente en un ejercicio de libertad que contribuirá a romper las cadenas que los gobiernos irresponsable y las grandes multinacionales, que controlan la salud, la alimentación y el planeta nos quieren imponer. Animó tambien a constituir grupos de Dulce Revolución en cada territorio, que al igual que Slow Food trabaja con una estructura horizontal compartiendo experiencias que seguro que nos llevarán a un mundo mejor.