El pasado martes, 27 de noviembre de 2018, en la Casa de la Cultura de Vitoria-Gasteiz, tuvimos el honor de hacer de maestro de ceremonias en la presentación de El olivo de Rioja Alavesa: un compañero centenario.
Comenzamos dando paso al diputado de Agricultura Eduardo Aguinaco en representación de las organizaciones patrocinadoras (Diputación Foral de Álava, Gobierno Vasco, Función Vital Fundazioa y Slow Food Araba) exponiendo las razones que nos habían llevado a apoyar esta iniciativa. Puso en valor el trabajo, en su larga trayectoria profesional, de Fernando Martínez-Bujanda y exaltando sus valores humanos.
Seguidamente Fernando tomó la palabra comenzando por algunas reflexiones entre las que destacaré la siguiente:
“EL LIBRO LO HEMOS ENTENDIDO, COMO UN CANTO AL CAPITAL HUMANO DE RIOJA ALAVESA A TRAVÉS DE UN PEQUEÑO CULTIVO ARRAIGADO A NUESTRA TIERRA, Y TAN SEÑORIAL, COMO ES EL OLIVO” “PURA MARCA RIOJA ALAVESA”
Tuvo lugar, también, para agradecer el esfuerzo a todos y todas las que ha hecho posible su publicación (más de 60), señalando que es un libro coral.
El libro lo hemos dividido en tres partes:
En la primera parte, se ha solicitado la colaboración de Alberto Alecha, experto en el cultivo del olivo, la de Jorge Martínez , de Zeytum, gran conocedor del mundo del aceite en general y de Rioja Alavesa especialmente, la de Álvaro Montejo, técnico de HAZI, fundamentales en la calidad y el orden este pequeño sector, y finalmente la de Alberto López de Ipiña, consejero internacional del movimiento Slow Food, alma mater del convivium de Álava , y afamado gastrónomo, que nos introduce en el mundo de la cocina , donde nuestro aceite es protagonista.
En la segunda parte, Toni Juan Pastor, persona renacentista donde los haya, médico, escritor, saxofonista, …, ha recogido los testimonios de más de 40 personas, a lo largo de 34 entrevistas, que aparecen transcritas en el libro. Otra de las ausencias importantes , pero en estos momentos está en Galicia en un encuentro de medicina , donde él es ponente.
En la tercera parte, final del libro, se ha recogido un glosario con aquellas palabras específicas del cultivo del olivo y de la producción del aceite que aparecen en los textos, algunas de las cuales no son de uso común fuera de Rioja Alavesa. También se ha realizado un refranero, en homenaje a esta forma tan ancestral de transmitir la sabiduría popular, con refranes referidos al clima, al olivo y al aceite. Como se dice en el documento congresual de Slow Food del periodo 2012-2016, cuando se habla de la Centralidad del alimento, esta transmisión de saberes entre generaciones es un acto de convivencia.
Estos conocimientos han sido durante siglos unos de los principales elementos caracterizadores de la comunidad: las mujeres y hombres del mundo agrícola, y las personas de edad eran los depositarios y transmisores principales de estos saberes.
MOTIVACIONES PARA LA REALIZACIÓN DEL LIBRO:
1ª- Un homenaje a nuestro olivar,
2ª- Resaltar la importancia de nuestra gente,
3ª- Su fin solidario.
Para finalizar acabó diciendo:
En la mitología, el olivo ha simbolizado la fuerza, la victoria, la resistencia, la paz, y la prosperidad, así como la resurrección y la esperanza.
Solo deseo que nuestros olivos, de Rioja Alavesa, sigan simbolizando todas las cualidades, anteriormente mencionadas, y que nuestro sector oleícola sienta el orgullo y la dignidad de su labor agrícola, una de las más útiles, delicadas, importantes y bellas que existen.
Tomó la palabra el periodista Julio Flor para transmitir las sensaciones que le había producido su lectura:
Olivo y Aceite ya tienen libro en Rioja Alavesa
Antes de hablar desde el alma del olivo riojanoalavés, recordar y subrayar una vez más que el Aceite de Oliva Virgen Extra se ha convertido en un producto con Label Vasco de calidad y Ecológico… Aún así, puede que sea el gran desconocido de Euskadi, motivo por el cual es aún más importante lo que hoy aquí contamos.
El magnífico libro El olivo de Rioja Alavesa: un compañero centenario se trata de una obra coral impulsada por Fernando Martínez-Bujanda Ruiz-Carrillo, escrita por Antoni Juan Pastor -que ha realizado las entrevistas- en las que participan gentes diversas de la Comarca con su profundo afecto por el árbol milenario. Es un libro humano, con personajes formidables, que se lee con emoción.
Tanto entusiasmo ha levantado en mí esta publicación, que para hacer un resumen del libro… este periodista se transfigura hoy en olivo bicentenario nacido en el año 1800 en Moreda, para escribir la valoración poética que inspira el libro, celebrando así su publicación:
Hoy tengo el alma llena de aceitunas / que muele en su almazara la memoria / para mojar el pan de la infancia perdida.
Comencemos por los refranes del final del libro (de 278 págs.). Me quedo con uno: “Sin tierra y olivares, qué sería de las ciudades”. Este libro recoge 34 entrevistas realizadas por Antoni Juan Pastor, en un periplo formidable y emocionante, donde el entrevistador expresa su amor por Rioja Alavesa, situando hoy en espacios similares al olivo y a la viña.
En una de esas entrevistas, José Ángel Chasco Oyón, nos cuenta desde Moreda que no sabemos si fueron los romanos quienes trajeron los olivos hasta Rioja Alavesa. En un salto en el tiempo, Chasco nos asegura que en el siglo XIX, salvo en Salinillas de Buradón, había olivos y trujales en toda Rioja Alavesa.
En otra conversación de Antoni Juan Pastor, desde Lapuebla de Labarca, José Carlos Córdoba Medrano recuerda que su madre Encarna no permitió que se arrancaran olivos para plantar cepas. “Lo olivos -dijo ella tajante-, los olivos no se tocan”. “No sabes cuánto me alegro de haberle hecho caso”, confesará José Carlos al escritor del libro.
En una comida en la bodega Ondalan de Oion, el autor del libro ha recogido un verso en el que hablan las almendras del pueblo:
Soy almedra tostada / de lo bueno lo mejor / probadme con atención / y luego podréis decir / qué buenas son / las almendras tostadas de Oyón.
Si hablan las almendras, bien puede hablar por vez primera un olivo bicentenario.En el recuerdo más antiguo de Enrique Martínez Bujanda está el día que su padre “traía el aceite nuevo a casa para catarlo, un día que se convertía en fiesta, en el que se cenaba unos huevos fritos hechos con el aceite nuevo”. Unos huevos fritos que sabían a gloria bendita.
Hay dos mensajes claros, que vuelven a escucharse desde Moreda, los pronuncian Aitor Marauri Oliván e Iker Díaz de Cerio Hernáez: “Se podría hacer un aceite Premium”. Y dos: “Nosotros no vendemos aceite, vendemos sensaciones”.
José Ramón Ceballos Txasko, defiende el olivo, lo ampara y lo impulsa, recordando que después de la filoxera que arrasó con el cultivo de la viña a principios del siglo XX, quienes sobrevivieron bien fueron los que tenían olivos.
El impulsor de esta magnífica obra coral, Fernando Martínez-Bujanda Ruiz-Carrillo, nos deja una frase de honda raíz: “Si la agricultura se salva, y salva al planeta, lo hará privilegiando la dimensión local, las variedades tradicionales y autóctonas, la pequeña escala”.
Muchos de los olivicultores vascos harán suya la emoción del poeta italiano Emilio Coco (que hoy tiene 78 años) cuando en su poema titulado “Nos endulzaba el hambre”, recuerda:
El tiempo pasa sin parar. El olivo vive con su cuerpo leñoso, con su piel horadada de siglos, asentado en la silla de la eternidad, mirando a Rioja Alavesa, contemplando el mundo, dando fruto. Cantando la paz en el pico de una paloma.
Como dijo el poeta, ese “óleo divino”, ese fruto verde, forma parte de nuestros genes. Se asienta en nuestro corazón… Y en nuestra garganta.
También tuvo su espacio Iñaki San Miguel en representación de Acción contra el Hambre, Organización a la que irán destinados los ingresos que se generen por la adquisición del libro de ARABAKO ERRIOXAKO OLIBONDOA, ASPALDIKO LAGUNA, EL OLIVO DE RIOJA ALAVESA, UN COMPAÑERO CENTENARIO, concretamente al campamento de refugiados Kutupalong-Balukahali , al este de Bangaldesh , donde se encuentran hacinados más de un millón de refugiados Rohingias. De esta manera, un alimento tan importante y básico en nuestra cultura, como es el aceite de Rioja de Rioja Alavesa, aportará su granito de arena para paliar el hambre de los más desfavorecidos. En palabras de Fernando, “……. muy a menudo, se suele decir, si estos dineros llegan o no llegan, para lo que dicen que se pide. Yo, estando en África, concretamente en Angola, en mis tiempos de Cooperación como técnico de Diputación Foral de Álava, escuché a D. Luis María Pérez de Onraita la siguiente frase:” EL ÚNICO DINERO QUE NO LLEGA ES EL QUE NO SE DÁ.”.
Terminó esta presentación Alberto Alecha, experto en el cultivo del olivo, quien había recogido aceite de los tres trujales alaveses para hacer un coupage y realizar una cata del mismo ante los presentes. Profesionalmente nos trasladó los beneplácitos y bondades de este aceite así como las sensaciones sensoriales del mismo que los presentes pudieron apreciar en los Pintxos que el equipo de Slow Food Araba estaba preparando en una sala contigua:
- Crema de morcilla trufada de la Montaña Alavesa
- Queso Artzai-Gasta de La Leze y Guereñu
- Embutidos de potro de la Montaña Alavesa
- Crema de alubia pinta alavesa
- Ensalada de legumbres ecológicas
- Tosta de Artepan con coupage de aceite nuevo
- Vino de Rioja Alavesa Izena
- y Arabako Txakolina Eukeni.