Con el proyecto de Mercados de la Tierra Slow Food se ha propuesto crear una red de mercados campesinos, de lugares en los que los productores presentan y venden directamente sus productos de temporada. El primer objetivo es pues acortar distancias entre la tierra y la mesa, un paso ulterior para lograr el reconocimiento de los coproductores.
En los Mercados de la Tierra pueden tomar parte tan sólo pequeños productores que operen en un entorno máximo de 90 kilómetros, salvo excepciones determinadas, del lugar de la venta.
Coproductores somos todos a partir del momento en que nos acercamos al mundo de la comida con un espíritu lo más cercano posible al de quien la produce, con el conocimiento de lo que significa ser un agricultor o un quesero, con la voluntad de conocer las características de los productos que deseamos adquirir. Uno de los sistemas más eficaces para conseguir tal resultado es el contacto directo entre quien lleva alimentos a su mesa y aquel que a esos alimentos ha dado la vida.
En un Mercado de la Tierra participan sólo productores, y estos venden sólo sus propios productos. De esta forma se asume en primera persona la responsabilidad del trabajo y de la calidad de lo que presentan en el mercado; además, tienen el compromiso de describir sus productos, la labor en que se basan, de definir su calidad y, en consecuencia, justificar el precio que se requiere: todo un sistema de comunicación que se manifiesta mediante la organización de degustaciones y de actividades de educación del gusto. Es una necesidad y también una oportunidad social: un mercado de este tipo deviene lugar de encuentro, un pretexto más para reunirse.
En un Mercado de la Tierra se pueden vender sólo productos locales, o sea, pertenecientes a la cultura alimentaria de la comunidad en que se desarrolla ese mismo mercado: la referencia geográfica es la comarca o bien una distancia máxima determinada entre el lugar de producción y la comunidad sede del mercado. Esto crea una oportunidad de desarrollo para las economías locales y es un modo de defender el ambiente, amenazado en primer lugar por la contaminación que genera el transporte de los alimentos. Una de las consecuencias directas de estas condiciones es la venta de productos de temporada: un modo asimismo de respetar la naturaleza y sus ritmos, y una ocasión de recuperar ese placer de esperar al momento justo para cada alimento.
No por regla, pero sí por conclusión implícita, los Mercados de la Tierra están reservados a esos pequeños productores que han de realizar un mayor esfuerzo para competir con el circuito de la gran distribución, pero cuyas dimensiones permiten con frecuencia ofrecer productos de calidad. Quien es admitido en estos mercados ve reconocida la posibilidad de una retribución correcta de su labor, pero también se compromete a trasladar esa equidad a sus propios empleados.
Los productos vendidos en los Mercados de la Tierra han de ser productos naturales; obtenidos a partir de procesos tradicionales y respetuosos con el ambiente: en este sentido, certificaciones como la biológica y la biodinámica son por completo bienvenidas pero no constituyen siempre un título de preferencia. Se considera implícito el rechazo de los cultivos OGM, contra los cuales nuestra asociación está comprometida con toda energía.
Los Mercados de la Tierra asimismo salvaguardan el ambiente al generar el menor número de desperdicios posible y librarse de ellos de forma correcta, con atención al ahorro energético y al uso máximo posible de materiales de consumo biodegradables.
Todo esto es lo que queremos inculcar con nuestra presencia en los Mercados locales; en esta ocasión dedicada a la Patata Alavesa y los productores de Natuaraba, que a lo largo de la mañana fueron dando todo tipo de explicaciones referidas a la producción y venta al prolijo numero de visitantes, que a pesar de las inclemencias metereológicas se acercaron nuestro están demandando todo tipo de información, sobre todo la de «¿dónde puedo comprar este producto?».
Gracias a las productoras, productores y persoans colaboradoras que pusisteis otro granito de arena para la playa que estamos construyendo entre todos.
Lugar: Plaza de las Brullerías
Día: Sábado 4 de abril de 2015
Hora: 10:30
Producto Presentado: Patata de Álava y productos de la Asociación Natuaraba.
Crema de patata y aceite de Rioja Alavesa con bouquet de verduras y legumbres ecológicas.