Con motivo de la celebración del día del socio de la Cooperativa Goiener y la visita prevista a la experiencia de calefacción central para el pueblo de Okina el día 19 de octubre el convivium slow food araba organizó una nueva actividad aprovechando que en Okina hay un comunidad del alimento histórica para nuestra corta historia de asociación
Goiener es un proyecto cooperativo de generación y consumo de energía renovable con el que se quiere recuperar la soberanía energética. La energía, y en particular la eléctrica, se han convertido actualmente en un bien básico de nuestra sociedad, casi tan básico como la comida o el agua. Quiere que la ciudadanía recupere el control sobre este tipo de bien básico y se conciencie sobre su importancia, promoviendo un consumo responsable y sostenible de la energía.Como podéis ver en este pequeño enunciado del objetivo de esta cooperativa de energías renovables sus planteamientos de soberanía energética son similares a los de soberanía alimentaria de nuestra organización, ya que el alimento, además de energía, tiene algo más.
Después de visitar las instalaciones de las calderas y almacén de astillas de madera de sus propios bosques, acompañados del alcalde (Mikel Polo) y del ingeniero del proyecto (Koldo Monasterioguren) los 90 socios participantes realizamos una visita comentada por el desfiladero del río Ayuda hacia el pueblo de Saseta.
Para relacionarnos nada mejor que conocer paseando el paisaje y las formas de aprovechamiento comunal mediante la ganadería equina y de rumiantes, de sus pastos y bosques de hayedo.
Como no podía ser de otra forma, finalizo la visita con una degustación de carne de potro en el bar del pueblo “Casa Victor” en forma de albondiga elaborada por la comunidad del alimento de carne de potro ZALMENDI.
Antes de la degustación, el productor local, Victor Lopez de Okina y el coproductor Eduardo Urarte explicaron la historia de esta comunidad que lleva más de 7 años apoyando la comercialización directa de esta excelente carne de la Montaña Alavesa.Gracias a todos los socios y socias de slow food que bien elaborando albóndigas o participando en la visita habéis hecho posible este primer encuentro con organizaciones complementarias y fines similares.
Texto y fotos: Eduardo Urarte.