Slow Food Barcelona-Vázquez Montalbán convocó la tercera edición de Slow Vitis, Slow Vitis 09, que este año ha apostado fuerte por los vinos biodinámicos, aparte de los naturales y autóctonos, como ha sido tradición en las anteriores ediciones. Los pasados 10 y 11 de mayo se reunieron en el Convent de Sant Agustí (Barcelona) unas 40 bodegas nacionales e internaciones. En esta edición estuvieron presentes como invitados de honor los txakolís del Territorio Histórico de Álava.
Los objetivos de los organizadores fundamentalmente han sido:
a) Crear un espacio anual para la difusión y apoyo del pequeño y mediano elaborador vitivinícola natural.
b) Difundir un concepto agrícola alternativo, responsable, sostenible, exigente, propio.
*Alternativo a la producción basada en el volumen.
*Responsable y sostenible porque respeta el medioambiente.
*Exigente para obtener productor de óptima calidad.
*Propio porque se trabaja con variedades autóctonas o estilos tipificados, naturales o biodinámicos.
c) Apoyar con esta iniciativa el trabajo de los productores, dándolos a conocer al consumidor y estableciendo futuros canales de comercialización.
En primer lugar tenemos que decir que nos sorprendió el interés por nuestros vinos de Aiala que gustaron y fueron objeto de cata y estudio por un público manifiestamente preparado y con altos conocimientos vitivinícolas. No fueron meros visitantes que se acercan con el único objetivo de probar unos caldos. Fue una constante el alto nivel de los mismos que dedicaban mucho tiempo a la cata y a formular delicadas preguntas sobre las variedades y elaboración particular de cada uno, mientras rellenaban una ficha proporcionada por la Organización.
Otro aspecto que nos llamó la atención fue la juventud de los bodegueros presentes en la feria, jóvenes avídos de poner en marcha innovaciones y desarrollos estratégicos en el sector. Nos sorprendió la capacidad que han desarrollado para sacar rendimiento incluso a desastres climatológicos o enfermedades de la vid y de la uva. Así pudimos catar vinos elaborados con plantaciones que han sufrido la presencia del hongo Uncínula necator, enfermedad conocida como “oídio”, “ceniza”, “polvillo”, etc.; o vinos oxidados después de pasar por un complejo proceso de recuperación.
Dentro de las actividades que se desarrollaron podemos destacar: presentación de Bodegas, talleres sobre Slow Food, el Vino y la recuperación de especies vinícolas, catas monográficas, charlas sobre el corcho catalán o el desarrollo de la viticultura biodinamíca, etc.
Uno de los talleres más esperados fue el del Arabako Txakolina, donde se habló de la recuperación de una zona tradicionalmente vitivinícola que escasamente hace 20 años sólo contaba con 5 hectáreas o del problema de las falsificaciones que sufren estos caldos. El taller fue excelentemente dirigido por Jose Antonio Merino, Gerente de la D.O. Arabako Txakolina y por Fernando Martínez-Bujanda, Técnico del Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Alava.
El taller gustó mucho al público asistente que planteó inumerables preguntas a las que solventemente respondieron los ponentes. Finalizó con una cata de los txakolís de Álava maridados con otros excelentes caldos como son los elaborados con Malvasía de Sitges.
En definitiva una feria organizada para aquellas personas con inquietud por conocer vides autóctonas, poco o casi desconocidas, su poderío en boca, sus resultados sorprendentes en el territorio y el potencial de los vinos naturales en los nuevos mercados.
Gracias, desde aquí, a Slow Food Barcelona-Vázquez Montalbán, por invitar a la misma a nuestros txakolís, a la Denominación de Origen Arabako Txakolina y al Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Álava por hacer el esfuerzo de estar presente en este incomparable marco.