Los números y los fogones no tienen aparentemente nada en común. Sin embargo, la vida de Estíbaliz López de Munain (Vitoria, 1965) se quedaría coja si le faltara alguno de estos elementos. Esta mujer, encargada de la contabilidad de una empresa de gestión deportiva, se acercó ayer hasta la escuela de hostelería de Mendizorroza para dejarse llevar por su «afición» gastronómica y ofrecer una conferencia sobre el papel femenino en la cocina a lo largo de la historia.
-La alta cocina la firman hoy nombres masculinos. ¿Qué presencia tienen las mujeres en este mundo?
-Los hombres siempre han tenido mayor relevancia y han destacado más, sobre todo, desde el punto de vista mediático. Sin embargo, las mujeres son imprescindibles en la formación de cualquier chef.
-¿De qué manera?
-Los cocineros tienen una base importantísima en sus madres, sus tías, sus hermanas… La mujer es, en realidad, la que ha creado la historia culinaria a lo largo del tiempo y la que la ha sabido transmitir como si fuera una herencia. Y a pesar de todo, hoy nos sigue resultando raro que una chica aparezca en televisión hablando de gastronomía.
-¿Hay una cocina masculina y una femenina?
-No hay esas diferencias. Los platos varían en función del cocinero que los haga, no depende de si éste es hombre o mujer.
-Estos días, la Escuela de Hostelería de Mendizorroza aborda también la filosofía Slow Food ¿Cuáles son sus ingredientes?
-Esta corriente apuesta por una vida mucho más tranquila y llevadera en la que predomina la comida sana, los productos frescos, las costumbres culinarias del lugar…
-¿Se trata de una vuelta a la cocina tradicional?
-El Slow Food quiere recuperar ese modo de hacer artesanal cuando la cocina era un lugar tranquilo donde enseñar y compartir con los tuyos. Es que antes llegabas a casa y aún tenías ganas para preparar la comida, mientras que ahora mucha gente se pasa a los productos envasados porque está cansada y no le apetece cocinar.
-¿Andar entre pucheros puede ser relajante?
-Sí, a mí me encanta ponerme un poco de música, un vinito y empezar a enredar en la cocina. Es una forma de olvidarse de todo lo que ha pasado a lo largo del día.
-¿Cómo surgió esta afición en una contable?
-Es algo innato. Forma parte de nuestro estilo de vida en el que, para lo bueno y para lo malo, funcionamos alrededor de una mesa.
Entrevista de María Rego. El Correo Digital 14/10/08
Estitxu López de Munáin es miembro del Convivium Slow Food Araba-Álava