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Un año más hemos participado en la organización de la Feria Ecológica de Vitoria-Gasteiz, destacando en esta edición la masiva participación de pequeños productores ecológicos, que nos hace pensar que nuestra filosofía no está cayendo en tierra estéril y que cada día son más los profesionales del sector que apuestan por el respeto al medio ambiente y por la defensa de la biodiversidad.
A pesar de que no nos acompañó la meteorología, fueron miles los consumidores que se acercaron a adquirir la prolija lista de productos que se pusieron a la venta. A juicio de los mismos, hay que resaltar la calidad organoléptica que está alcanzando este tipo de producción desmitificando la idea de que la elaboración ecológica no alcanzaba los máximos grados de calidad.
También, este año, debemos resaltar las actividades preparadas para el público infantil que pudieron disfrutar de la elaboración in situ de queso fresco ecológico, manipularlo con sus pequeñas manos y como no degustarlo.
El stand de Slow Food también tuvo una amplia clientela, en el que media docena de miembros del Convivium se turnaron dando respuesta a cuantas informaciones, sobre nuestra organización y nuestro trabajo, fueron requeridas por los visitantes de la Feria.
A Juicio tanto de la Organización como de los Productores que se dieron cita en la misma podemos calificar la Feria como un nuevo éxito que anima a unos y otro a seguir adelante en esta ardua pero gratificante tarea.
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