La cuestión agroalimentaria en Vitoria-Gasteiz sigue siendo un reto pendiente a pesar de los numerosos eventos y continuas experiencias que proliferan en nuestra ciudad orientadas hacia un sistema agroalimentario más sostenible, en su mayoría promovidos por una numerosa relación de agentes concienciados y decididamente implicados, aunque en algunos casos incluso desde dentro del propio ámbito municipal (huertas de ocio, alimentación en haurreskolak, etc.). Por otro lado resulta también llamativa la escasa atención a la cuestión agroalimentaria en algunos de los documentos publicados durante los últimos años, como la Declaración de Vitoria-Gasteiz Green Capital 2012 leída en la clausura del Congreso Nacional de Medio Ambiente.
El municipio de Vitoria-Gasteiz comprende más de 60 núcleos rurales donde la actividad económica es la agricultura de un modo casi exclusivo. Sin embargo los cultivos se dedican casi en su totalidad a cultivos extensivos. La producción destinada al consumo local es testimonial.
En el municipio de Vitoria-Gasteiz se cultivan 11.000 has. De ellas 7.700 se dedican a cereal, 1.000 has a pastos, 900 a remolacha, 300 a patata, 900 has a oleaginosas, proteaginosas y cultivos forrajeros; y solamente 60 has a huerta, legumbres y frutales. Los planes medioambientales desarrollados por la municipalidad nunca han tenido en cuenta esta realidad ni se ha contado con las propuestas del conjunto de los pueblos, los cuales tienen su propia idiosincrasia. Se habla “de y para los pueblos pero sin los pueblos”. Tampoco El Planeamiento del territorio (P.T.P., D.O.T., planes urbanísticos) suelen contemplar criterios para mantener una producción cercana a la población urbana.
Por ello es de tener en cuenta que en esta ocasión se haya proporcionado a Slow Food Araba-Álava un stand diferenciado, en el Mercado de la Almendra, que se celebra los primeros sábados de cada mes en Vitoria-Gasteiz y dentro del Rincón de la Capitalidad, con el objetivo de valorizar los productos alaveses de calidad así como el trabajo de nuestras productoras y productores.
En esta ocasión, el 5 de julio de 2014, ha ejercido de anfitrión la trufa negra de la Montaña Alavesa y los productos elaborados con la misma como la crema de morcilla trufada, aceite con trufa de Álava, longaniza trufada o vino macerado con trufa de la Montaña Alavesa.
Muchos han sido los que a lo largo de la mañana se han interesado por este producto casi desconocido en nuestro territorio pero parte de nuestro patrimonio alimentario.
Una vez más hay que agradecer a las personas voluntarias de Slow Food que han estado a la altura, tanto en la preparación de los pintxos de morcilla trufada con paté de huevo de euskal oiloa como proporcionando información y publicidad de nuestra Organización a los visitantes al Mercado.
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