El Consejo Internacional de Slow Food se ha reunido este pasado fin de semana, del 13 al 15 de junio de 2014, en la cuna del movimiento, en el Norte de Italia. Los Consejeros de los diversos rincones del mundo se han encontrado en la bonita región del Piamonte, viajando desde lugares tan lejanos como Australia, Sudáfrica, Corea del Sur y Brasil.
En lo alto de la agenda han estado los tres objetivos de Slow Food marcados en el Congreso de Turín del 2012: la creación de 10.000 jardines en África, 10.000 grupos locales, y 10.000 productos en el Arca del Gusto.
«Slow Food comenzó su vida hace 25 años y hoy nuestra presencia mundial está representado en esta asamblea«, dijo el presidente de Slow Food, Carlo Petrini, en su discurso de apertura. «Somos un movimiento que interpreta la complejidad del mundo en este momento histórico … Slow Food no es un partido político. No somos sólo una asociación. Somos un movimiento, y un movimiento tiene una vida propia«. La reunión del Consejo coincidió con la apertura de la celebración del 10º aniversario de la Universidad de Ciencias Gastronómicas, cuyos responsables y alumnos nos recibieron de manera admirable.
A falta de que os envíe el acta oficial del Consejo, os puedo decir que las diferentes reuniones han sido muy provechosas y el balance final de último año, con la diversidad de problemáticas que se dan en cada territorio ha tenido una buena valoración. También deciros que se aprobó el balance de gastos e ingresos 2013, así como el presupuesto para el 2014 en 3.378.000 $ para la organización principal y 1.307.956 $ para la Fundación por la Biodiversidad. También se nos presentó el estado actual de movimiento Slow Food de Jóvenes que crece rápidamente convirtiéndose en un importante sector del Movimiento.
Se presentó la edición del Salone del Gusto y Terra Madre 2014 que nuevamente tendrá el formato del 2012 fusionando los dos eventos. Se establecerá un espacio expositor de los cerca de 2.500 productos con los que se espera acabar este año 2014 (1.000 más que en el 2.013); para Terra Madre se ha confirmado la presencia de 2.383 delegados (60 del Estado Español) representando a 154 países.
Como no podía ser de otra manera también tuvimos de nuestros momentos lúdicos y fue muy emocionante cenar en la misma mesa y el mismo comedor en el que se gestó Slow Food allá por el año 1986; este precioso lugar lleno de historia ya que en el año 300 d.C. ya era el más famoso lugar de poesía y lírica del norte italiano. Hablamos de la Hostería Boccondivino, en este momento sede de Slow Food Italia. Además de historia está impregnada de una sensación de belleza y paz comparable al que a veces percibimos en los grandes templos.
Y además de lo comentado una entrañable cocina exclusivamente con productos de la localidad de Bra maridados con excelentes vinos Barolo. Todo un lujo.
También tuvimos la oportunidad de cumplir con la petición que nos hizo Carlo Petrini, cuando estuvo en abril en Salinas de Añana, de llevarle un chuzo de sal para ofrecérsela al papa Francisco, en agradecimiento por las alabanzas públicas que está realizando de la labor de Slow Food.
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