El día estrella de esta semana gastronómica, en la que Slow Food Araba ha colaborado, llegaba el domingo 29 de septiembre de 2013, esperado por organización y amantes de la patata con ese III Campeonato Mundial de las Patatas con Chorizo comenzó con una alarmante previsión de lluvia que presagiaba los peores datos de participación y de asistencia; por suerte no fue así, los cielos se abrieron y Ali-Ehari se convirtió en una fiesta de música y gastronomía.
Como bien insinuaban los cientos de aficionados a la cocina que se dieron cita en este día, aunque no hay secretos, lo cierto es que aquello de que cada maestrillo tiene su librillo también se aplica en estas causas. «Hacer un fondito con cebolla y pimientos, para que engorde la salsita, vigilar bien la cocción y hacerlo todo con mucho cariño y sin prisas» es la clave para elaborar un buen plato de patatas con chorizo, según los ganadores del tercer campeonato mundial gastronómico en honor a la sabrosa receta celebrado ayer en Ali.
Kepa Santiago y Willy Guenetxea de la gernikesa sociedad Guenetxea, celebraron por todo lo alto su victoria: «el secreto es ponerle cariño y amor».
El concurso comenzó a funcionar a las 11:00 horas y la decisión del jurado tuvo lugar a partir de las 13:00 horas. No lo tuvieron fácil ya que las puntuaciones se apretaron mucho entre los 6 primeros. Además de la Sociedad Guenetxea, subieron al podium la Sociedad Zapardiel de Vitoria-Gasteiz y la Sociedad Txabola Berri de Manurga.
Slow Food contribuyó a esta semana con sus propuestas didácticas y con la supervisión de la utilización de productos alaveses como, además del rey de los tubérculos, la Sal de Salinas de Añana, la sidra de Aramaio o el Aceite Arróniz de Rioja Alavesa.
También tomamos parte en la decisión de homenajear al veterano experto en patatas Javier Pascualena, por todo lo que ha hecho por mejorar este producto alavés.
Todos disfrutamos de una soleada jornada en la que una vez más pusimos en valor esta joya de nuestro Territorio.
El certamen supuso el colofón a la agitada semana repleta de actividades, bien organizadas por Eskola Zaharra y destinadas a dar a conocer al público diferentes productos de nuestra tierra. Conferencias, degustaciones populares, mercados especiales, txosnas y hasta juegos para los más pequeños han activado un año más el devenir de este pueblecito colindante con Vitoria durante los últimos siete días.